domingo, 3 de marzo de 2013

Es justiciera,Y no canta en la televisión, por que es sordomuda. 10/12/10

Es justiciera,Y no canta en la televisión, por que es sordomuda..

Todavía no puedo creer lo vivido.
Ella fué el terror de toda la vida, hasta pipí me hice, al verla en persona hace muchísisimos años.
Pero hace unos 4 años, los recuerdos me movilizan, y pasó del terror al amor.
Mi abuelo Salvador nunca se perdía a los titanes...Y cuando escuchaba la música de entrada de la momia , corría a esconderme al primer lugar protegido que encontara.
La momia y el caballero rojo son dos personajes que adoro y que eriza la piel ,cuando los veo en fotos o en tapes viejos
Nunca imaginé (Aunque soñaba con esto, con todas mis fuerzas) de tener al personaje que me hacía temblar de terror...y que después de mas de casi 30 años, hoy me haría temblar pero de emoción. Justo en el cumpleaños de los luchadores...
Cuando Gustavo Pedrosa, que juntos hace un tiempo venimos haciendo notas a personajes retro para nuestra futura revista...Me dió esa noticia, no pude pegar un ojo.
Marisa, esta nota es mi regalo de cumpleaños adelantado...Me dijo, como si nada
Imaginar que debía hacer una nota a "La momia" y dejar de lado por un ratito la parte fana, para mí fué muy difícil...Por que quitarle los ojos de encima y reprimir las ganas de decirle todo lo que estaba sintiendo , no es nada fácil.
Tanto él como tantos otros amigos sabía que mi sueño era un "estrangulamiento".

La momia, la verdadera Juan Manuel Figueroa...ES UN GRANDE que no se la cree para nada, nos regaló su tiempo sin esperar nada. Cada traje que el se ponía era como su verdadera piel...Y nunca hizo lo que hizo por nosotros en la nota a desgano . Sinó todo lo contrario, sacó lo mejor de él .
Es increíble como un grande como lo es la momia, símbolo de nuestra niñez, abrió las puertas de su vida.

Un gran tipo con mayúsculas...
Quería que nunca acabara esa nota...Quería que nunca se cambiara el traje de la momia.
Al finalizar la nota sacó de su bolso fotos de las cuales nos obsequió a ambos...Y con firma de la mano de la momia.Para llorar de felicidad de verdad.
No pude dormir, y de verdad como hace mucho mucho tiempo , la emoción me duró hasta en mis sueños...Soñar con la momia y despertar con esa sensación de haber cumplido uno de mis otros deseos..Fué una caricia al corazón.
Estaría todo el día tratando de expresar lo que viví en ese momento...Pero nunca acabaría.Así que los dejó con esta nota que mamita querida...Ahora soy yo la que quedó temblando.

Gracias Gustavo Pedrosa por hacer realidad , uno de mis sueños.

GRACIAS JUAN MANUEL FIGUEROA...SOS UN GRAN HOMBRE Y UN GRAN LUCHADOR.


G: Juan: ¿estás entrenando a luchadores actualmente?.
J: No, por lo general gente amiga…Esto (señalando el ring) es para catch, yo fui luchador olímpico y de lucha grecorromana, te estoy hablando de cuando pesaba 15 kilos menos.
G: ¿De chico querías ser luchador?
J: No. Ojo, de chico me gustaba jugar a “luchar”, yo veía Titanes, pero no... Empecé a hacer deporte, atletismo, natación. De natación me aburría un poco la disciplina rígida que había, lo estricto que era, imaginate que si había que nadar dos mil metros, estabas al menos una hora nadando, encima te corrigen, te hablan… Participé en eventos, andaba bien, y lo bueno es que te das cuenta que para eso tenés una condición natural. Desde muy chico que estoy en Vélez. Entonces hacía pesas, a lo gaucho, “como venga”… eso hasta los 18 años, hasta que un amigo que hacía pesas conmigo en el club me decía que hiciera lucha. El gimnasio de lucha estaba “de paso” hacia el de pesas. Entonces un día, termino de hacer pesas y me encuentro con otros muchachos, conocidos del club, y me quedo y practico. Y con la amistad, la cordialidad que había, me gustó y me hice fanático de la lucha. Gané campeonatos de grecorromana, uno no se da cuenta cuando es joven de la condición física que tenía. Me tiraban una cosa y trataba de hacerla mejor.
Así que una vez vamos a Mar del Plata a visitar a un compañero de lucha, lo había contratado Karadagián para la próxima temporada de Titanes. Entre los muchachos estaban El Ejecutivo, y el primer David el Pastor. Entonces lo vamos a visitar a este chico a una carpa y nos ponemos a practicar un poco de catch.


En eso, Juan comienza a cambiarse y a colocarse el traje completo de La Momia.



M: ¿el traje te lo mandaste a hacer vos?
J: Me lo hizo mi suegra. No es el de la época de luchador, antes era más difícil ponérselo, era más primitivo. De repente ahora entro a un camarín, me pongo un pantalón, una campera y me saco los borcegos blanco y por ahí preguntan: “¿y La Momia?”. “No, no, pasó, salió…. O se está bañando…”, respondo.


M: Lo que duele es ver a La Momia cantando en televisión.
J: Unos muchachos subieron un vídeo a youtube. Y pude descargar la bronca.



M: No se puede hacer nada?
J: Es que no está a mi nombre. El título lo tiene la hija de Martín. Me enteré porque me comentaron ya que no tengo tiempo para ver televisión. Él era un Segundo. Lo llamé, discutimos, cinco minutos de insultos mal, yo estaba parado en Reconquista y la gente pasando a mi lado… y luego cambió el número de teléfono.

G: Nunca hizo un personaje siquiera…
J: Ni siquiera una vuelta carnero.

M: ¿Alguno de tu familia se dedica al catch?

J: No. El otro día lo traje al más grande, que tiene treinta. Le mostré el ring, me dijo “qué bueno que está”. Saltó y me asombró. Le dije que tenía que hacer lucha, que podía aprender. Pero él me dijo “papá, es tanto el tiempo que perdés cuando tenés que hacer algún show, los cambios, los viajes, son 7 u 8 horas afuera de casa, no es joda”.

M: ¿Se puede vivir hoy en día de esto?
J: Los que están en Cien por Ciento Lucha, al menos las primeras figuras, sí, creo que sí.

G: ¿Cómo conociste a Martín?
J: Ah, sí, les estaba contando. Cuando fuimos a visitar a este chico, practicábamos, hacíamos tomas, tijeras… el catch es una lucha grecorromana exagerada. Si bien es fuerte, hay que exagerarla para que pueda venderse. Entonces estábamos riéndonos, haciendo bromas sobre los Titanes, yo tenía 23 años, y en eso venía Martín caminando por uno de los pasillos. Claro, al verlo, imaginate, uno está invadiendo un lugar al tipo que es el dueño de la casa. Alguien le dice “Martín, acá estos chicos están luchando”. Y él dice “Sí, los estaba viendo, que bien”. El nos había visto desde lejos y nosotros, que en realidad lo estábamos cargando a él y a los titanes cuando nos reíamos, teníamos cola de paja, pensamos que nos había visto.

G:¿En qué época era eso Juan?
J: Año 1974. Entonces nos presentaron, y nos vio luchar y a él le gustaba ver a tipos que no tenían las mañas de quienes estaban adentro. Nos dijo si podíamos ir el lunes y le dijimos “No, Martín el lunes nos vamos a Buenos Aires”. Nos preguntó si nos podíamos quedar y le respondimos que debíamos volver porque no teníamos plata para alojamiento, entonces organizó todo para que nos atendieran en el mismo lugar que vivían y comían los Titanes. Él nos invitaba a quedarnos una semana allí. Entonces íbamos todos los días a la mañana, luchábamos, y cuando pasó la semana los saludamos y nos vinimos. Volvimos al club, hacíamos entrenamientos de lucha, y pasó Febrero, pasó Marzo, y como ellos se habían instalado acá, nos invitaron al gimnasio.
Entonces dijimos “vamos para cumplir al menos, porque mil veces dijimos que iríamos y no fuimos”. Un día llegamos con el bolsito, estaban los luchadores escuchando lo que Martín les decía, entonces entramos con temor, porque era como que estábamos interrumpiendo algo, y Martín nos ve y les dice a los demás: “vengan que les voy a presentar a los nuevos luchadores de Titanes en el Ring”. ¡Los nuevos luchadores”!. Nosotros que pensamos que no se acordaría, nos quedamos helados. Fuimos a cambiarnos. Terminó de hablar y nos pusimos a luchar. No es por vanidosos pero no nos fue difícil hacerlo, al contrario, era una “papa”. Empezó la temporada, presentó a mi compañero como David el Pastor que fue un boom, y a mí como El Olímpico. Luego pasaron los años y siempre fui La Momia, Cutral-Có, Dink- C y El Androide.

G: O sea que en 1982 vos hiciste de La Momia y del Androide. ¿Cómo hicieron entonces en la semifinal del Luna Park?

J: Lo que pasa es que era más fácil disimular en un traje grueso como el de La Momia que en el del Androide por esto (se señala las piernas). Entonces La Momia la hizo Atila, que es el mismo de Rómulo y Remo. Él se puso el traje de Momia y yo con el traje de Androide dirigí toda la lucha. Hay una foto en donde estamos con Martín vendando al hijo de La Momia que era hijo de una pareja de Peucelle.

G: O sea que el mismo día grabaron todo.
J: Claro, primero grabamos El Androide contra La Momia, empatamos y a la tarde se grabó el desempate y la final. Y contra Martín hice yo de La Momia. El Luna es algo especial… hay que estar ahí… llega un momento en que cuando vos salís, hay una energía, y el público… y sentís que sos La Momia, es difícil de explicar. Vos mirás a los chicos y ves el terror o no en sus caras.

G: En el ’83 hiciste al Androide?
J: Hice al de Plata y al de Oro, eran trajes más abolsados.

M: ¿Cuál fue el personaje que más te gustó hacer?
J: La Momia. Era el que me transmitía más la energía.

G: ¿Martín te tenía un cariño muy especial verdad?
J: Los chicos me contaban que cuando yo luchaba él venía a verme. Se ponía al lado del Director y me veía pelear. Es más, yo me daba cuenta que algo pasaba porque todos los luchadores venían a ver mis luchas. Y eso que La Momia no era un luchador convencional.

G. ¿Dink-C fue idea de Martín?
J: No, a Dink-C lo trajeron originalmente como una copia de El Caballero Rojo. Era de Quaker. Martín primero se lo dio a Jorge Di Cicca, y después no sé qué habrá pasado, que un día él dice, en el ring antes del programa: “Di Cicca, ¡traé la ropa de Dink-C!”. Y enseguida dice: “Figueroa, vení, el personaje lo vas a hacer vos”. Y ese tipo de cosas mucho no me gustaban, me ponía en un apuro porque con Jorge nos conocíamos, era luchador, luchábamos en torneos… Y en la primer lucha me sentí raro, pero un día Martín me dice “nene, el personaje sos vos, vos sos Dink-C, olvidate de quién lo hacía, de qué pasó, olvidate”.

M: ¿En las películas hiciste de La Momia también?
J: En la que aparece la lucha en el Luna Park, sí. En la otra, que aparece Julio de Grazia, no, porque no tenia tiempo. Donde aparezco es en una casona de San Telmo, que grabamos cuando al Androide lo secuestraba la mafia, y me tenía que cambiar para hacer de Momia, de Androide…

M: imagino que tendrás todo el merchandising de Titanes…
J: No, terminaba la temporada y yo decía “ya está” y la bola siguió, siguió y sigue…

G: ¿El ciclo de 1983 terminó abruptamente por algo en especial?. Porque recuerdo que varios esperábamos el desafío entre Karadagián y Dink- C, la barba versus la máscara, o el combate entre Martín y El Androide de Oro que no se dio…
J: Martín por ahí le exigía demasiado al canal y el canal no podía. Tenían que arreglar un contrato y Karadagián especulaba con pasarse de la fecha del contrato, es decir dejaba todo preparado para que al canal no le quedara otra que seguir, si había que terminar el domingo que viene, él armaba todo para que terminara dos fechas después y no quedara desprolijo. Pero al canal minga, esas cosas no le interesaban. Los canales y las productoras sobre todo… no les interesa eso. He llegado a ir a reclamar pagos y la gente con muy mala onda… una vez estaban conmigo Viloni y Balut, que en la época de Titanes eran Mr. Moto y Caín… y también un chico que hacía un personaje muy bueno llamado Vudú, que era enmascarado, similar a lo que fue luego La Masa. Los que están ahora han copiado mucho de Titantes del 2001.

M: Pero nada que ver…
J: Lo que pasa es que había otra esencia antes… uno va aprendiendo cosas, luego enseñando, no porque uno quiera enseñar, sino porque uno tiene una forma de ser que hace que quien va a luchar con vos tome algo y a la vez aporta algo que es clave dentro de lo que es la onda nuestra… Ahora ellos tienen un ritmo físico muy grande, que es innecesario porque los chicos no se acuerdan de las proezas que uno hace con el cuerpo. Y encima se lastiman. Está El Primo, que es el hermano de Viloni, vino un día a que le enseñe, empezó de cero….Cuando me llama para agradecerme yo le digo que es él quien tiene la condición, porque si fuera de madera no podría… Se lastimó hace poco ahora se está recuperando con kinesiología… hay que cuidarlo a ese pibe…

M: ¿Los personajes se les ocurrían a Martín?
J: No siempre, a La Momia la trajo un muchacho, Capanga. Primitivamente había una Momia que era tipo zombie y no pegó. Después la agarró el Gitano y la levantó. G: ¿Cuántas Momias hubo?
J: La primera que no funcionó, de Ivan Kowalski, luego el Gitano y después yo.

G: ¿Con Martín quedaste bien?
J: Me acuerdo que, cuando fue lo de la pierna, lo llamé por teléfono y me dijo “qué alegría que me hayas llamado. Recordá: las puertas de Titanes están siempre abiertas para vos”. Y eso que yo estaba en otra troupe. A nadie le hubiera ni siquiera atendido el teléfono en esa condición…



G: ¿No participaste de Cien por Ciento Lucha?
J: me vinieron a buscar, en ese momento no sabía que eran de Cien por Ciento Lucha, pero les dije que no. A veces me dicen “vení así te ven” pero yo sé cómo es el ritmo de las grabaciones, el tiempo que llevan, no podría cumplir con la gente del club.

M: De chica me moría de miedo con La Momia…
J: Me pasó hace un tiempo, en un evento en el club, me presentan a una persona y le dicen “él es La Momia”. Y este hombre me cuenta que conmigo de chico se asustó tanto que jamás pudo volver a ver una película de terror y hasta los 15 años durmió con la luz prendida y con la tele encendida. Lo encontré dos meses después de que nos hayamos conocido y me dijo que el conocerme le hizo un “click” en la cabeza.


El mismo click …que nos hizo a nosotros…

No te pierdas la lucha del año.


Seguí leyendo parte de esta nota que nos dejó temblando a ambos